image Problemas con familiares: cómo afrontarlos. image El porqué de la atracción interpersonal.

Ni contigo, ni sin ti.

Psicólogos en Gijón.

Estamos en febrero, por excelencia, el mes del amor. Una simple ojeada al calendario es suficiente para que todos, o casi todos, caigamos en la cuenta de que el día 14 hay algo que conmemorar. Las personas, la sociedad en general, somos muy dadas a hacer este tipo de cosas.  Seleccionamos un día y lo marcamos como distintivo, con la intención de que sea él quien nos recuerde lo que en realidad nosotros no deberíamos olvidar.  Precisamente en la línea de hacernos recordar,  y a propósito de ese día, podemos utilizar febrero como un pretexto para hacer balance de nuestra relación de pareja, del significado del verbo amor y de la palabra amar.

La rutina, el día a día de una pareja y la cotidianidad son capaces de enmascarar temporalmente realidades que poco a poco afloran. Nunca es mala idea pararse y reflexionar: ¿Tenemos más discusiones que buenos momentos? ¿Nos separan más cosas de las que nos unen? ¿Sigue existiendo aquello que nos enamoró? ¿Cumple mi relación las expectativas que tengo de una vida en pareja? ¿Encaja esta persona en mi proyecto futuro? ¿Tengo la convicción de querer compartir con él/ella el resto de mis días? Contestando a estas preguntas, y a otras muchas que podemos hacernos, no es extraño generar en nosotros sensaciones de duda al caer en ciertas contradicciones; me gusta, pero no me llena; le quiero, pero no me hace feliz. Dudar, experimentar sensaciones de duda, es una característica intrínsecamente humana. Desgranando su significado, podríamos decir que la palabra duda expresa vacilación o falta de determinación ante varias posibilidades de elección o dicho más vulgarmente, dudar no es otra cosa que no estar seguro de aquello de lo que se duda. No necesariamente es algo malo, de hecho puede ser incluso todo lo contrario. Grandes avances o grandes cambios han surgido inicialmente de una mente que se atrevió a dudar, ejemplo de ello es Descartes y su duda metódica. Pero, ¿Y aplicado al amor? Seguramente dentro de este contexto, muchos de vosotros habréis oído alguna vez aquello de “si dudas es que no”. Son muchos los autores que se han pronunciado acerca de esto; Khalil Gibran afirmaba en su sabiduría: “El amor y la duda jamás se han llevado bien” o más directo y a la cabeza “si dudas de que le quieres, no le quieres”.

Las parejas tienen su propio ciclo vital, evolucionan y pasan por diferentes etapas, al igual que los individuos que la integran. Cuando comienza una relación somos uno, no hay resquicios ni diferencias. En esta etapa simbiótica nadie quiere romper el globo rosa. Todo nos parece bien. Después surgen, inevitablemente, las primeras decepciones; el otro no es tan alma gemela, lo bajamos del pedestal y él nos baja a nosotros. Se acabó el mundo rosa. Para las parejas sólidas, éste es un proceso gradual, donde se valoran las diferencias y las similitudes, se redescubre el gusto por los espacios propios y se aprende a negociar y pactar. Las parejas ni contigo ni sin ti, se atascan en este punto.

Muchas veces nos cuesta admitir que nos hemos equivocado, nos cuesta aceptar que eso que tenemos delante de los ojos no es aquello con lo que algún día soñamos. Puede que haya muchas cosas que nos mantengan apegados a la relación, puede que existan incluso vínculos que no nos atrevemos a romper, pero ¿de qué sirve vivir eternamente con la esperanza de que esa persona se convierta en lo que nosotros queremos que sea? Podemos autoengañarnos, podemos posponer la decisión a mañana, podemos esperar que de nuevo luzca el sol; claro que podemos y seguramente lo haremos, pero mientras tanto, mientras dudas, grábate a fuego una frase firmada por Buda: “tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad”.

Related Posts
  • All
  • By Author
  • By Category

Leave a Reply

Your email address will not be published.

CENTRO DE PSICOLOGÍA
Su calidad de vida y su salud mental, nuestra razón de ser como psicólogos.
CONTACTO
DATOS SOBRE NOSOTROS
Número de colegiada:
O-02644
Registro sanitario del centro:
C.2.2/4309